(Y cómo podemos cambiar esta narrativa.)
Mariana entró a la sala de juntas con confianza. Era su primer gran presentación frente al consejo directivo, y después de semanas de trabajo intenso, estaba lista. Su presentación fue impecable: datos precisos, propuestas innovadoras y una solución que podía ahorrar millones a la empresa. Los aplausos llenaron la sala. “Eres brillante, Mariana”, dijo el director general mientras los demás asentían.
Pero esa noche, mientras revisaba mensajes en su teléfono, la realidad la golpeó: “¿Y a qué hora te acuerdas de tus hijos?” decía un mensaje de su tía. “Trabajas mucho… te van a robar a tu marido”, agregó otra amiga en un grupo de WhatsApp. Mariana suspiró. Había logrado impresionar a los ejecutivos, pero en su entorno personal seguía siendo juzgada, no por su talento, sino por no encajar en el molde tradicional.
El Doble Estándar Invisible
Si Mariana hubiera sido un hombre, ¿alguien le habría preguntado quién cuida a sus hijos? Probablemente no. En cambio, habría sido celebrado como un héroe, un proveedor que se sacrifica por su familia. Pero para las mujeres, el guion cambia: de héroes a villanas por “descuidar” sus responsabilidades familiares.
El Reporte Global de Salario Emocional 2024, basado en más de 17,000 evaluaciones en 18 países, revela que este doble estándar cultural sigue vigente. Las mujeres que ocupan roles destacados no solo enfrentan barreras laborales, sino que también cargan con las expectativas familiares que rara vez se imponen a sus colegas hombres.
El Dilema de Mariana, el Dilema de Miles
Mariana no está sola. Según el Reporte Global de Salario Emocional 2024, las mujeres reportan consistentemente menores niveles de satisfacción en tres áreas críticas:
1️⃣ Expectativas a futuro: Les cuesta visualizar un crecimiento profesional claro debido a cargas adicionales y roles culturales impuestos.
2️⃣ Balance vida-trabajo: A menudo se sienten sobrecargadas por intentar cumplir en todos los frentes.
3️⃣ Crecimiento personal: Limitadas por la falta de tiempo y oportunidades, ven su desarrollo personal comprometido.
Este desbalance no solo afecta su bienestar, sino también el potencial de las organizaciones para aprovechar su talento. Promover políticas inclusivas y flexibles no es solo una cuestión de justicia, sino una necesidad estratégica para construir culturas laborales más equitativas y sostenibles.
Un Futuro con Nuevos Protagonistas
Pero esta historia no tiene que terminar aquí. El cambio no está solo en ellas; está en nosotros como líderes, organizaciones y sociedad.
¿Qué podemos hacer?
- Cuestionar los estereotipos: ¿Por qué seguimos juzgando a las mujeres de manera diferente?
- Implementar políticas inclusivas: Ofrecer flexibilidad y apoyo para que todos los colaboradores puedan equilibrar sus vidas.
- Valorar a las personas por su talento, no por su rol familiar.
Desde el Instituto Emotional Paycheck, trabajamos para construir ambientes laborales donde no existan héroes ni villanas, solo colaboradores plenos y valorados. A través de programas como nuestras Certificaciones de Liderazgo con Bienestar, ayudamos a líderes a reconocer y potenciar el valor de sus equipos sin juicios ni prejuicios.
¿Cómo Reescribirás Esta Historia?
El cambio comienza cuando entendemos que las barreras culturales no son inevitables. Es hora de transformar historias como la de Mariana en historias de éxito.
👉 Descarga el Reporte Global de Salario Emocional 2024 aquí: https://shorturl.at/8bW5n
Este reporte incluye datos de más de 17,000 personas y 18 países, tendencias y análisis demográficos, además de ideas prácticas para generar espacios de bienestar en las organizaciones.
Porque las historias de transformación no se escriben solas, se escriben juntos.
💬 ¿Qué opinas? ¿Cómo puedes apoyar a las mujeres en tu organización? Comparte tus ideas en los comentarios, ¡me encantaría leerte!
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